jueves, 1 de enero de 2009

Filosofía Samurai:LA PRIMERA LECCION

De: sensei_sho (Mensaje original) Enviado: 20/09/2005 09:22 p.m.

LA PRIMERA LECCION



Era una hermosa mañana, en el cielo, a lo lejos, volaban altas las gaviotas retando al Sol.
Kan estaba sentado sobre la fresca hierba junto con otros aprendices a Samurai. Era su primera clase y por "casualidad", su padre Kazo, el viejo Samurai, el general de generales había decidido dejar sus otras obligaciones en manos de sus hombres de confianza para dar el mismo la clase a los jóvenes Samurais. Kan sabía que era por amor a su hijo. Pero el viejo Samurai nunca lo hubiera reconocido.
Y allí estaba el viejo general, sentado en la hierba, con su larga cabellera blanca meciéndose al viento y su espada Katana de doble diamante dibujando estelas de luz en el aire cada vez que su dueño hacía el más leve movimiento.
- Hoy jóvenes aprendices - su voz omnipresente y penetrante acalló instantáneamente todas las jóvenes voces - os quiero prevenir de las trampas con las que podéis encontraros en vuestras vidas. Debéis siempre recordar que si os topáis con alguna de estas trampas será signo de que os habéis alejado del camino correcto y os habéis adentrado en el bosque. Pues es únicamente en el bosque de la vergüenza y el deshonor donde se encuentran instaladas las trampas. El camino del honor es el único medio para llegar al éxito. Puede ser que algunas veces parezca largo y pesado e incluso parezca que podemos atajar por el bosque para llegar antes, pero eso siempre son ilusiones. El único medio para alcanzar el éxito y lograr todos vuestros objetivos, es seguir el camino del honor, la amistad y el trabajo en equipo. Si lo hacéis así llegareis a la meta mucho antes de lo que creéis.
Después de decir esto, el viejo Samurai, guardó silencio un momento para que las jóvenes mentes de sus alumnos pudieran asimilar la sabiduría de sus palabras. Solo cuando comprobó en la mirada de todos y cada uno de sus alumnos que lo habían comprendido continuó.
- No debéis caer en la tentación de querer crear un nuevo golpe "mágico" que os solucione la vida. El camino es único para todos y no podemos crear otro. Lo único que necesitáis es seguirlo aprendiendo de vuestro mentor, aplicando y practicando sus enseñanzas... y más adelante enseñando lo que sabéis a vuestros propios alumnos.
Todos lo aprendices a Samurai asintieron, su sueño era aprender correctamente las enseñanzas de sus maestros para poder ponerlas en practica. Después, algún día, querían poder enseñar también a sus propios alumnos como hoy les enseñaba a ellos el viejo general.
- No debéis caer en la tentación de dedicar poco tiempo a vuestros deberes pensando que sois mejores que los demás. Solo el trabajo duro conlleva a los resultados y al éxito. Así mismo debéis aprender a pensar a lo grande desde hoy mismo. Cuando yo tenía vuestra edad, mi maestro me dijo "Si quieres darle dar a un águila, apunta al sol" yo no entendí sus palabras y le pregunte "¿Porqué maestro?" a lo que me contestó "Mas vale apuntar al Sol y dar solo a un águila, que apuntar al águila y cazar una piedra"
"Desde entonces mi objetivo ha sido el ser el más grande de los Samurais que nunca halla existido. El mismo que vosotros debéis fijaros. Muchos creéis que soy el Samurai más poderoso y experimentado que existe, yo creo que solo soy el más viejo - las risas de los alumnos resonaron en el tranquilo valle - Sin embargo - continuo Kazo muy serio - todos los días trabajo para mejorarme un poco, para llegar un poco más que el día anterior - su voz se fue reduciendo poco a poco a un ligero susurro - y gracias a eso he llegado hasta donde estoy... pero no se lo contéis a nadie, es un secreto...
Los alumnos tenían los ojos muy abiertos, como si así pudieran escuchar mejor a su maestro.
- ¡Ese es el verdadero secreto! - Su voz se elevó y su expresión resaltaba la pasión de sus palabras - Un Samurai debe estar siempre en forma, para ello ha de entrenar y practicar todos los días - La expresión del viejo Samurai se tornó dura y sus ojos se redujeron a dos estrechas líneas - La falta de entrenamiento destruye al Samurai. Sin embargo... Teniendo en mente los más grandes objetivos y dando todos los días un paso más... Se recorre el camino de la única forma posible...
- Paso a Paso - Contesto Kan sin poder evitarlo.
Una sonrisa cruzó la cara de Kazo, parecía que todos los Jóvenes aprendices habían comprendido que solo trabajando todos los días se podía alcanzar el triunfo.
- Si Señor Kazo, - Alzó la voz un joven aprendiz medio escondido entre los demás - yo todos los días les digo a mis hermanos que hagan como yo, que practiquen cuando yo.
Algún día los convenceré de que se hagan un Samurai como yo.
-¡ESE! - El padre de Kan subió repentinamente su tono - ¡ESE! Es un grave error - El Samurai advirtió que la cara del joven aprendiz se había teñido de vergüenza, por lo que moderó el volumen de su voz y reafirmó su postura - Nunca debes convertirte en el tema de conversación. Si afirmas continuamente que tu camino es el único correcto caerás en un grave error, existen muchos otros caminos correctos. Y aunque tú, como yo, creas que este es el mejor de los caminos... nunca has de intentar romper las creencias de los demás.
Mientras decía estas palabras se irguió en toda su estatura - El hombre ha de ser libre para vivir su propia vida y escoger el camino que desee, pues aunque se equivoque, es su libre albedrío lo que está en juego. Si no cumples esta regla solo te crearás enemigos. Y tus enemigos siempre intentarán romper tus creencias y matar tus sueños acabando así con tu futuro. - entonces desenvainando su espada para resaltar sus palabras concluyó - Si te encuentras con un enemigo que quiera romper tus creencias... - entonces envainó su espada - lo más sabio es retirarte de la lucha hasta que estés totalmente preparado.
Un largo puñal voló en un destello de su mano hasta el joven aprendiz, enterrándose hasta la empuñadura, justo a su lado en la tierra.
- Lo que debes hacer es esforzarte en aprender para convertirte en un verdadero Samurai - dijo acercándose - Búscate un mentor, normalmente será aquel que te ha introducido en el arte Samurai. - al mismo tiempo arrancaba el largo y fino puñal del suelo, una preciosa pieza de plata con la empuñadura de oro - y si este es inexperto contacta con su maestro, y con el maestro de su maestro si es necesario - y tendiéndole el puñal añadió - Recuerda que siempre habrá alguien en el equipo dispuesto a enseñarte. Nunca estarás solo... siempre tendrás a alguien luchando a tu lado.
Una gran sonrisa cruzaba la cara del joven aprendiz, la sabiduría de las palabras del general y la belleza del puñal, que le había regalado, harían que nunca olvidara esta mágica tarde.

- Ahora bien - puntualizó el general una vez regresó a su sitio - nunca debéis abusar de vuestro mentor. Él es el hilo vital que os une con el arte Samurai, quizás os sintáis tentados de pedirle que luche por vosotros, pues esta es la salida más fácil. No pretendáis que otros luchen vuestras batallas o... nunca aprenderéis ni llegareis a nada. ¡Luchad vosotros vuestras batallas! ¡Ganaos un renombre! ¡Que vuestra fama os preceda! ... Y llegareis a lo más alto!
Sonó una explosión y una cortina de humo se ciñó sobre el Samurai. Cuando los ojos de los jóvenes aprendices por fin pudieron ver a través de la espesa cortina de humo... el General de generales ya no estaba con ellos. Sin embargo, al menos una parte de su sabiduría permanecería para siempre en sus corazones...

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